Tu balcón comestible
Cultivar un balcón comestible es sencillo y muy satisfactorio, pues provee de alimentos naturales que no han sido expuestos a los venenos químicos de la agricultura convencional. Lo más importante es la motivación, el cuidado y el esfuerzo que se le dediquen.Se pueden cultivar desde hortalizas y tubérculos hasta plantas aromáticas… las que más se adapten a los gustos familiares.
Además, combinar plantas comestibles y ornamentales dotará de gran belleza un espacio habitualmente gris y sin vida. Apostar por la biodiversidad, mezclando todo tipo de plantas aporta riqueza y crea un ecosistema saludable y equilibrado.Con los desechos orgánicos del hogar, restos de verduras y frutas, restos de café e infusiones… se puede elaborar compost y crear un suelo fértil y permanente para las plantas. Tan sólo es necesario un poco de práctica y unos mínimos conocimientos.
Pequeños árboles
Hierbas aromáticas
Hortalizas
Caqui(Disypros kaki)
Albahaca(Ocinum bacilicum)
Berenjena(Solanum melongena)
Membrillero(Cydonia oblonga)
Manzanilla(Matricaria chamomilla)
Ajo(Allium sativum)
Higuera (Ficus carica)
Lavanda (Lavandula spica)
Calabacín(Cucurbita pepo)
Limonero(Citrus limonum)
Tomillo(Thymus vulgaris)
Cebolla(Allium cepa)
Granado(Punica granatum)
Hinojo(Foeniculum vulgare)
Pimiento(Capsicum annuum)
Níspero(Mespilus germanica)
Laurel(Laurus nobilis)
Tomatera(Solanum lycopersicum)
Peral(Pyrus communis)
Hierba luisa(Lippia triphylla)
Lechuga(Lactuca sp.)
Manzano(Malus silvestris)
Menta(Mentha spp,)
Col(Brassica oleracea)
Naranjo(Citrus sinensis)
Romero(Rosmarinus officinalis)
Haba(Vicia faba)
Ciruelo(Prunus domestica)
Salvia(Salvia officinalis)
Judía(Phaesolus vulgaris)
Perejil (Petroselinum crispum)
Zanahoria(Daucus carota spp.)
Ortiga(Urtica dioica L.)
Guisante(Pisum sativum)
Rábano(Raphanus sativus)
jueves, 25 de octubre de 2007
Tu huerto ecológico Orientaciones generales
En primer lugar, antes de plantar, se ha de considerar el espacio disponible, pues si la parcela es de entre 30 y 50 m2 los árboles de gran envergadura, con su sombra, pueden dificultar el cultivo de las verduras u hortalizas.
En consecuencia, conviene escoger ciruelos, perales o naranjos que no llegan a alcanzar un tamaño demasiado grande.Una parcela de 60 m2, por el contrario, permite plantar uno o dos manzanos, dos melocotoneros, uno o dos albaricoqueros, un peral, un cerezo, un limonero y una higuera, pero, a ser posible, es mejor situarlos en las lindes del huerto para aprovechar al máximo el espacio.Sin experiencia previa, lo más indicado es plantar caquis, albaricoqueros o higueras, ya que no suelen plantear demasiados problemas. Los manzanos, melocotoneros y perales son muy delicados.Se puede aprovechar una valla, cultivando parras o árboles de “espaldera” que acostumbran a ocupar muy poco espacio.Lo ideal sería plantar árboles de distintas variedades para que el huerto familiar proporcione todo tipo de frutas, y a la vez gane en colores, formas y biodiversidad.
En primer lugar, antes de plantar, se ha de considerar el espacio disponible, pues si la parcela es de entre 30 y 50 m2 los árboles de gran envergadura, con su sombra, pueden dificultar el cultivo de las verduras u hortalizas.
En consecuencia, conviene escoger ciruelos, perales o naranjos que no llegan a alcanzar un tamaño demasiado grande.Una parcela de 60 m2, por el contrario, permite plantar uno o dos manzanos, dos melocotoneros, uno o dos albaricoqueros, un peral, un cerezo, un limonero y una higuera, pero, a ser posible, es mejor situarlos en las lindes del huerto para aprovechar al máximo el espacio.Sin experiencia previa, lo más indicado es plantar caquis, albaricoqueros o higueras, ya que no suelen plantear demasiados problemas. Los manzanos, melocotoneros y perales son muy delicados.Se puede aprovechar una valla, cultivando parras o árboles de “espaldera” que acostumbran a ocupar muy poco espacio.Lo ideal sería plantar árboles de distintas variedades para que el huerto familiar proporcione todo tipo de frutas, y a la vez gane en colores, formas y biodiversidad.
miércoles, 24 de octubre de 2007
Compostaje urbano: el lombricompostaje
Al contrario de lo que se indica en el Plan de Gestión de Residuos a nivel nacional y en las directivas europeas, en el País Vasco no se está apostando por el compostaje, sino que se está apoyando la incineración masiva de los residuos urbanos -es decir, la quema de un recurso...! En realidad los residuos orgánicos son un problema importante en nuestras basuras: se degradan rápidamente, producen olores y problemas de higiene y por lo tanto deben ser recogidos continuamente, contaminan los otros residuos dificultando su reciclaje... Además, la basura orgánica depositada en vertederos es altamente contaminante: puede contaminar los suelos y las aguas por la producción de lixiviados y contribuye al efecto invernadero y puede producir incendios en los vertederos por la producción de gas metano. Podemos ocuparnos de nuestros propios residuos orgánicos y valorizar el interesante potencial que tienen realizando nosotros mismos nuestro propio compost. Sin embargo, el compostaje “tradicional” (juntar la basura orgánica y esperar a que se degrade) sólo puede realizarse en casas con jardín, por los olores que produce. Pero existe otra posibilidad, que sí se puede usar en pisos de ciudades: el lombricompostaje, es decir, compostaje con lombrices. ¿Cómo compostar en casa? Ante todo, el lombricompostaje no produce malos olores ya que las lombrices se encargan de digerir la materia orgánica y convertirla en humus antes de que se degrade.
Construcción
Realizar lombricultura en casa es muy sencillo. Primero, se necesita un compostador, que se puede adquirir en el comercio (estos suelen tener varios pisos) o bien realizarlo uno mismo, si es posible con materiales de desecho. A continuación, proponemos un ejemplo de lombricompostador muy sencillo que puede fabricar uno mismo, pero existen otras posibilidades y algunas de ellas aparecen en los links que detallamos al final del artículo. Podréis colocar el lombricompostador en cualquier lugar de vuestra casa (cocina, baño, etc) ya que no producen ningun olor!
La siguiente etapa es conseguir las lombrices. No se trata de un gusano cualquiera, sino que generalmente se usa la Eisenia Foetida o lombriz roja californiana, por su gran apetito y su capacidad de reproducción. Estas lombrices pueden encontrarse en alguna tienda de pesca (ya que también se usan como cebo), en lombricultores de gran escala, o entre algún otro lombricultor urbano con exceso de lombrices.
Mantenimiento
Al vermicompostador se arroja todo lo que sea residuo orgánico (sin cocinar), incluido papel de periódico, cartón, hojas de árboles y recortes de césped; los vegetales y restos de cocina tales como fruta y vegetales, posos de café y té, etc.. Las cáscaras de huevo son esenciales. Una dieta variada es importante, tanto para nosotros como para nuestros gusanos! Otros parámetros que hay que controlar: la humedad (hace falta una humedad permanente, pero con un buen drenaje para no encharcar), la temperatura (entre 4ºC y 35ºC, lo óptimo son 20ºC), la luminosidad (las lombrices viven en la oscuridad, así que es necesario que el compostador tenga una cubierta y que haya una capa de tierra en la parte superior para que puedan esconderse).
Recolección del compost
Al cabo de unos meses, podemos recoger el humus, material parecido al café molido, con olor a mantillo del bosque, y extraordinariamente bueno como abono para las plantas de nuestro hogar. También podemos usar los lixiviados (el agua del drenaje del lombricompostador) como fertilizante.
Construcción
Realizar lombricultura en casa es muy sencillo. Primero, se necesita un compostador, que se puede adquirir en el comercio (estos suelen tener varios pisos) o bien realizarlo uno mismo, si es posible con materiales de desecho. A continuación, proponemos un ejemplo de lombricompostador muy sencillo que puede fabricar uno mismo, pero existen otras posibilidades y algunas de ellas aparecen en los links que detallamos al final del artículo. Podréis colocar el lombricompostador en cualquier lugar de vuestra casa (cocina, baño, etc) ya que no producen ningun olor!
La siguiente etapa es conseguir las lombrices. No se trata de un gusano cualquiera, sino que generalmente se usa la Eisenia Foetida o lombriz roja californiana, por su gran apetito y su capacidad de reproducción. Estas lombrices pueden encontrarse en alguna tienda de pesca (ya que también se usan como cebo), en lombricultores de gran escala, o entre algún otro lombricultor urbano con exceso de lombrices.
Mantenimiento
Al vermicompostador se arroja todo lo que sea residuo orgánico (sin cocinar), incluido papel de periódico, cartón, hojas de árboles y recortes de césped; los vegetales y restos de cocina tales como fruta y vegetales, posos de café y té, etc.. Las cáscaras de huevo son esenciales. Una dieta variada es importante, tanto para nosotros como para nuestros gusanos! Otros parámetros que hay que controlar: la humedad (hace falta una humedad permanente, pero con un buen drenaje para no encharcar), la temperatura (entre 4ºC y 35ºC, lo óptimo son 20ºC), la luminosidad (las lombrices viven en la oscuridad, así que es necesario que el compostador tenga una cubierta y que haya una capa de tierra en la parte superior para que puedan esconderse).
Recolección del compost
Al cabo de unos meses, podemos recoger el humus, material parecido al café molido, con olor a mantillo del bosque, y extraordinariamente bueno como abono para las plantas de nuestro hogar. También podemos usar los lixiviados (el agua del drenaje del lombricompostador) como fertilizante.
casas ecológicas. El enfoque medioambiental es una tendencia en alza en el momento de abordar un proyecto, fruto de la toma de conciencia de lo limitado de nuestro territorio y de sus recursos naturales. Los partidarios de la vivienda ecológica son cada vez más numerosos y las soluciones que proponen no son homogéneas, sino que pueden inscribirse dentro de tres grandes tendencias: la revalorización de la arquitectura vernácula y sus modos de operar, el high-tech en cuanto optimización energética mediante instalaciones sofisticadas y, por último, un planteamiento pragmático que busca un término medio entre ambas y que no duda en utilizar instalaciones innovadoras para complementar medidas bioclimáticas.Este libro presenta un panorama muy completo de estas tendencias con ejemplos de todo el mundo: América (Brasil, Canadá, Estados Unidos), Asia (China, India), Australia y Europa (Alemania, Austria, España, Finlandia, Francia, Italia, Reino Unido y Suiza). Cada uno de los proyectos aquí presentados ilustra aspectos destacables desde el punto de vista medioambiental. Algunas casas son ecológicas por su cuidada integración en el territorio y por las medidas pasivas que aprovechan las aportaciones gratuitas del sol y de la ventilación natural. Otras son completamente autónomas en agua y energía gracias a unas sofisticadas instalaciones técnicas. Muchos de estos edificios agrupan la vivienda y el espacio de trabajo bajo un mismo techo, reduciendo así los desplazamientos y la polución que éstos generan. La densificación de la vivienda, una cuestión crucial para un futuro crecimiento sostenible de nues-tras ciudades, también se aborda en este volumen. Por último, el aspecto constructivo de todas las casas presentadas se analiza minuciosamente mediante sus detalles y la descripción de los materiales y técnicas utilizados en cada una de ellas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)